El secretario general del Sindicato de Choferes, Rubén Carabajal, se refirió a la actualidad del movimiento sindical y al debate por la reforma laboral impulsada por el Gobierno nacional, luego de la multitudinaria movilización realizada la semana pasada en Plaza de Mayo.
Carabajal consideró que la marcha fue clave para lograr que el tratamiento del proyecto se postergue hasta febrero y remarcó que “no hay un solo punto favorable para los trabajadores” en la iniciativa oficial. En ese sentido, señaló que la denominada modernización laboral “de moderna no tiene nada y es totalmente regresiva”, ya que implica una quita de derechos históricos.
El dirigente gremial explicó que la reforma no generará más empleo ni atraerá inversiones, y apuntó directamente contra la política económica actual. “La Argentina está atravesando una recesión tremenda y eso es lo que provoca la falta de trabajo, no las leyes laborales”, sostuvo, al tiempo que advirtió sobre el aumento de la precarización.
Uno de los puntos más cuestionados por Carabajal fue la posibilidad de extender la jornada laboral de 8 a 12 horas. “Trabajar más horas por el mismo salario implica una disminución real del sueldo”, afirmó, y rechazó la eliminación de las horas extras a través del llamado “banco de horas”. Además, consideró irreal la idea de que el trabajador pueda disponer libremente de su tiempo frente a la relación desigual de poder con el empleador.
En ese marco, subrayó que el sindicalismo no se niega a debatir cambios en el sistema laboral, pero aclaró que “modernizar no puede ser sinónimo de quitar derechos”. Reconoció que muchos convenios colectivos son antiguos y pueden actualizarse, aunque siempre con el objetivo de mejorar las condiciones laborales y no de retroceder.
Carabajal también defendió el rol de los sindicatos y rechazó las críticas que buscan debilitarlos. “Los sindicatos existen porque hay una enorme disparidad de poder entre el trabajador y el empleador”, expresó, y advirtió que eliminar los aportes gremiales busca anular la capacidad de defensa de los trabajadores.
Finalmente, confirmó que la CGT ya fijó una postura clara de cara a febrero. “Si no hay acuerdo y no se corrigen los puntos centrales de la reforma, se avanzará con un paro nacional”, aseguró.
