La cosecha de soja avanza a paso lento en Argentina, marcada por un contraste notable entre rindes superiores a lo esperado y uno de los mayores retrasos de las últimas décadas.
Según datos relevados por distintas entidades del sector, en la zona núcleo los lotes de soja de primera están alcanzando promedios de hasta 41 quintales por hectárea, con casos destacados que superan los 60 qq/ha. La soja de segunda también muestra un buen comportamiento, con un rendimiento promedio de 33 qq/ha.
Estos números traen algo de alivio a los productores luego de una campaña signada por extremos climáticos: sequía severa en enero y lluvias intensas y persistentes entre marzo y abril. Sin embargo, esas mismas lluvias están complicando seriamente la recolección.
La cosecha muestra un retraso histórico, con muchas hectáreas aún sin levantar debido a la alta humedad en los suelos y el riesgo de deterioro del grano. Esto no solo afecta la calidad y el rinde final, sino que también enlenteció la comercialización, que se encuentra en el nivel más bajo de los últimos 11 años.
En este contexto, el sector agropecuario sigue con atención la evolución del clima en las próximas semanas, con la esperanza de que mejore el ritmo de cosecha y permita consolidar lo que podría ser una recuperación clave para la campaña.
Fuente: infocampo