Ni bien concluyó el séptimo Especial de Fin de Año en Claromecó, el ritmo de la música de cuarteto que resonaba en la carpa montada por Rústicos en la playa, marcó claramente el clima imperante luego de la finalización del remate.
Todo cerró por donde se lo mire. Con una temperatura más que agradable para compartir cerca del mar, la venta de los más de 1200 vientres resultó ágil, con manos levantadas y pujas por momentos interesantes en algunos lotes.
Los precios estuvieron a tono con la expectativa que la organización que lidera Sergio Amuchategui tenía en la previa. Los buenos valores se correspondieron con plazos de pago favorables para los compradores (factor que obró como gancho para que muchos se entusiasmaran) y se sumaron como agregado de valor a la notable calidad de los animales, que se sustenta en mejoramiento genético evidente de propuso cada uno de los criadores.
Aunque está claro que “nadie come vidrio”, porque la demanda se mostró selectiva, tal como había sucedido en los anteriores remates del año de Rústicos.
La ausencia en el martillo de Roberto Mondino (de viaje en España) estuvo muy bien suplantada por una joven dupla que le dio dinámica y aceleración a la subasta, lo que demuestra la solidez del equipo conformado por la casa consignataria cordobesa.
Para resumir la jornada, nada más justo que las palabras de Sergio Amuchategui luego del remate:”el 2024 deja en claro que desde Rústicos nos hemos consolidado como una propuesta ganadera de calidad, con un trabajo cada vez más profesional. Ese era el objetivo que nos habíamos planteado y que apuntamos a superar en 2025”.