El Sindicato de Trabajadores Municipales aseguró que el médico laboral de la Comuna Alejandro Cabido, quien fue agredido el pasado viernes por el esposo de una agente municipal, debía estar prestando servicios en el Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) de Micaela Cascallares al momento de la golpiza recibida.
El profesional, quien en 2018 fue licenciado por tiempo indeterminado y vuelto a reincorporar, fue denunciado por personal municipal ante el Colegio Médico de Bahía Blanca desde 2016 por limitar los certificados médicos; esta situación motivó que el titular del gremio, Abel Gómez, lo tildara de «siniestro» el año pasado.
Los hechos descriptos no fueron los únicos y excedieron la atención al personal municipal: en 2017, el patólogo recibió otra golpiza en la guardia del nosocomio por parte del marido de una paciente.
«No arrancó hace una semana, es público y notorio: se venía hace tiempo advirtiendo. Hemos tenido infinidad de reuniones, hemos enviado infinidad de notas y se inició un expediente administrativo en el Ministerio de Trabajo para llegar a un laudo pero no tuvimos éxito: dependemos de que los trabajadores, que lo que hacían era agachar la cabeza, ir a trabajar para evitar el descuento de haberes pero nunca hemos podido que hagan valer sus derechos», expresó el abogado del gremio Juan Pablo Agel por Radio 3.
Posteriormente, y en relación a los certificados, el letrado señaló que «es insólita la disparidad de criterios, les dice ‘si vale’ o ‘no vale’, cuando dice cinco te da dos y cuando dice diez te da cinco. No conozco médicos de la ciudad que se hayan puesto firmes en cuanto a la indicación que daban. Lamentablemente los empleados iban a trabajar igual».