El movimiento de vehículos y pescadores alteró notoriamente el amanecer sabatino en la Costanera claromequense en la 59° edición de Las 24 Horas de la Corvina Negra.
Desde tempranas horas el Club Cazadores se vio atestada de inscriptos y curiosos que recorrieron la sede en busca de la tan ansiada pulsera que abrirá una nueva ilusión de alzarse con el primer premio.








