En el año 1973 el joven Palito Ortega se había convertido en una figura de la música popular argentina creando una canción que se transformo en un himno que trascendió el espacio y el tiempo
Treinta y dos inviernos cursaba en esos días Palito Ortega cuando, en 1973, al cruzarse con un grupo de jóvenes que bailaban y manifestaban en la calle, sintió la efervescencia de la juventud y la canalizó como un grito de esperanza.
Así fue que llegó a su casa y de un tirón escribió, la canción que nació como himno celebratorio del regreso de Perón en aquella turbulenta pero esperanzada Argentina, pero que trascendió esa y toda premisa de la semiótica popular.
“Yo tengo fe” fue y sigue siendo himno, pero también confianza, inspiración, esperanza, autobiografía, superación, aliento, cancha, pueblo.
De hecho, en la previa de los partidos de la Selección Argentina en el mundial Alemania 74 se podía escuchar a la gente corear: “Yo tengo fe que vamos a ganar, y vamos a dar la vuelta en Alemania Occidental”. Hasta el día de hoy se sigue cantando en las canchas de fútbol argentinas con diferentes letras.
La versión original tiene arreglos del recordado Oscar López Ruiz. El músico del Quinteto Piazzolla confesó al respecto en una entrevista: “Gran parte de lo que se escucha atrás como orquesta soy yo tocando una especie de simulador que se había traído de Estados Unidos y emulaba los sonidos de las cuerdas y las trompetas”.
Con este sonido tan simple como directo, desde su publicación, la canción se fue agigantando en el colectivo social al punto tal que tuvo un alcance universal y se tradujo al portugués y al alemán. Y el 18 de julio de 1974 se estrena la película homónima, dirigida por Enrique Carreras, protagonizada por Palito Ortega, que narra la trayectoria desde su llegada a Buenos Aires hasta su triunfo como cantante.
Hoy este himno mundial cumple 50 años y en el marco de esta gran celebración Palito sigue estallando escenarios en su gira “Gracias” donde ese mismo pueblo no deja de agradecerle al artista tantos años de entrega y amor.
“Uno lo que hace es dar forma a las emociones de las manifestaciones populares de la gente, a través de la música”, cuenta Palito Ortega. Y vaya si lo logró, con tantas canciones, que ya son parte de nuestro acervo cultural, como la inoxidable “Yo tengo fe”, ese mantra de esperanza que es un emblema que llevamos tatuados en el ADN, como la Argentina misma.
“Las canciones populares mías nacieron generalmente así, de un acontecimiento. Lo que uno percibe, lo que uno puede captar de lo que le está pasando a la gente, toma la forma de una melodía. Y esa forma después rápidamente es tomada nuevamente por la gente, porque en definitiva la canción es de ellos, nació de ellos”. Así describe «El Rey» la creación de esta oda a la canción popular.
Podes ver a continuación a Palito contando cómo compuso “Yo tengo fe”:
