El gato siamés es, sin duda, una de las razas más reconocibles y apreciadas en todo el mundo. Originario del antiguo Reino de Siam (actual Tailandia), este felino no solo destaca por su belleza física y sus hipnotizantes ojos azules, sino también por un carácter extrovertido que lo diferencia de la mayoría de los gatos domésticos.
Historia y Origen
Los registros más antiguos de esta raza aparecen en los manuscritos «Tamra Maew» (Libros de poemas de gatos), que datan del Reino de Ayutthaya entre los siglos XIV y XVIII. En su tierra natal, eran considerados animales sagrados y estaban reservados exclusivamente para la familia real y los monjes budistas. Se creía que, al morir una persona de alto rango, su espíritu se reencarnaba en un siamés.
Llegaron a Occidente a finales del siglo XIX. En 1871 se exhibieron en el Crystal Palace de Londres y, en 1884, el cónsul británico en Bangkok llevó los primeros ejemplares reproductores a Inglaterra. Desde entonces, la raza ha evolucionado en dos variantes principales: el Siamés Tradicional (o Thai), con formas más redondeadas, y el Siamés Moderno, de cuerpo extremadamente esbelto y rasgos afilados.
Características Físicas
La apariencia del siamés es el resultado de una mutación genética termosensible. Los puntos oscuros (face, orejas, patas y cola) aparecen en las zonas más frías del cuerpo, mientras que el resto permanece más claro.
- Cuerpo: Esbelto, atlético y de tamaño mediano (2,5 a 5,5 kg).
- Ojos: Siempre de un azul intenso y brillante, de forma almendrada.
- Pelaje: Corto, fino y sedoso, muy pegado al cuerpo.
- Colores: Los más comunes son el Seal Point (marrón oscuro), Blue Point (gris azulado), Chocolate Point (marrón claro) y Lilac Point (gris rosado).
Comportamiento y Dieta
Conocido como el perro de los gatos, el siamés es extremadamente sociable, inteligente y vocal. No es un gato independiente; necesita compañía constante y puede sufrir ansiedad por separación si se queda solo mucho tiempo.
- Vocalización: Son famosos por «hablar» con sus dueños mediante maullidos roncos y variados para expresar deseos o quejas.
- Actividad: Poseen mucha energía y requieren estimulación mental y física diaria mediante juegos y rascadores altos.
- Alimentación: Debido a su metabolismo activo y su fisonomía esbelta, requieren una dieta rica en proteínas de alta calidad y baja en carbohidratos. Es fundamental controlar las porciones, ya que su estructura ósea fina no soporta bien el sobrepeso.
Salud y Conservación
Es una raza longeva que puede vivir entre 12 y 20 años. Al ser una raza doméstica establecida, no tiene un estado de conservación de amenaza en la naturaleza, pero sí requiere cuidados específicos para prevenir patologías hereditarias comunes como:
- Estrabismo: Aunque es menos común hoy en día gracias a la cría selectiva.
- Problemas respiratorios: Sensibilidad a infecciones pulmonares.
- Atrofia Progresiva de Retina: Una condición genética que puede afectar la visión.
Curiosidad del Diamante de Luna
En Tailandia, el nombre tradicional del siamés es Wichien-maat, que se traduce como «Diamante de Luna». Otra curiosidad fascinante es que todos los gatos siameses nacen completamente blancos; sus manchas características empiezan a aparecer a los pocos días de vida, una vez que entran en contacto con la temperatura exterior fuera del vientre materno.
Fuentes consultadas
- Wikipedia, la enciclopedia libre: Gato siamés.
- Purina España: Ficha de raza y cuidados del siamés.
- The International Cat Association (TICA): Estándares de la raza siamesa.
- Hill’s Pet: Guía de características y personalidad felina.
- Royal Canin: Nutrición y salud del gato siamés.
- National Geographic: Historia de los gatos en el antiguo Siam.









