Boca volvió a Primera y apenas Ostiza dio por finalizado el partido que ganó el Xeneize por 4 a 0 los simpatizantes invadieron la cancha mientras los jugadores buscaban sus arlequines y los aerosoles de espuma para comenzar con los festejos.
Así la gramilla de La Bombonerita se vistió de amarillo y azul, viejos y chicos, mujeres y varones, hinchas y jugadores se confundieron en interminables abrazos y la emoción ganó la tarde.
Llanto de alegría en esos jugadores que crecieron jugando en este club y aún con edad de inferiores pusieron el hombro en Primera, a muchos les tocó descender, otros debutaron en Segunda división, pero todos juntos casi que juegan desde la escuelita y por ello cada simpatizante y dirigente los siente así, porque son el fruto del semillero, ese semillero al que apostaron estos jóvenes dirigentes logrando un hecho que es digno de imitar.
Se fueron al descenso y poco importó, jugaron 3 temporadas en Segunda, el año anterior se les escapó por muy poco, pero en este 2015 la siembra tuvo cosecha y la cosecha fue nada más ni nada menos que el ascenso a Primera división.
El festejo se prolongó desde la cancha hacia las calles de la ciudad, en los vestuarios también hubo mucho canto y alegría.
Boca te lo mereces, por la apuesta de los dirigentes, por tus pibes y por tus viejos, Barragán e Ibarlucía, por la sabiduría de apostar a un gran arquero Lucas Coronel y porque fueron junto a Colegiales los mejores del torneo.
Un gran festejo, el barrio quedó lleno de gritos, subieron Boca y Colegiales, ahora el clásico es de Primera.







