Huracán tuvo una noche perfecta y se llevó con autoridad la primera final de la Copa Mario Capristo, venciendo a Quilmes por 95 a 60. El Globo dominó el partido de principio a fin, con parciales siempre favorables: 24-20, 26-14, 27-14 y 18-12.
La figura del encuentro fue Joaquín Falcone, decisivo con 26 puntos, mientras que Agustín Bayuga acompañó con 19, ambos piezas clave de un Huracán que mostró solidez en todas sus líneas. En Quilmes, los mejores fueron Francisco Pérez Vázquez con 13 puntos y Nico Muñoz con 12, aunque no alcanzó para sostener el ritmo del rival
Con este triunfo, Huracán cortó una racha de tres derrotas consecutivas ante su clásico adversario y quedó a un solo paso de coronarse campeón del Clausura. La segunda final se disputará mañana en la cancha de Costa Sud: si el Globo vuelve a ganar, levantará la copa. Quilmes, en cambio, está obligado a triunfar para forzar un tercer partido desempate, previsto para el lunes en escenario a designar










