La encargada del Cementerio Municipal, Miriam Ludueña, afirmó que la profanación de dos tumbas ocurrida ayer fue premeditada.
En el día de ayer, tres individuos profanaron anoche dos tumbas en el Cementerio Municipal pertenecientes a la familia gitana Traico. El hecho fue perpetrado tras reducir a los serenos y la Policía presume que fue sólo con fines de robo.
En diálogo con Radio 3, la funcionaria indicó que «nadie está acostumbrado a este tipo de hechos, porque nos sentimos mal por los compañero involucrados».
Por otra parte, dio a entender que el hecho no fue fortuito. «En todo momentos, les dijeron que ‘se quedaran piola, porque no era para ellos’. Venían con la idea de lo que hicieron: violentar los nichos de la familia Traico».
Asimismo, afirmó que «yo había pedido la instalación de cámaras de seguridad, para ayudar al control del cementerio. Es un tema directo para charlar en Obras Públicas y el resto del Ejecutivo» y que la Policía «se portó muy bien, porque acudieron de inmediato».