La Sala II de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal bahiense confirmó la condena a los cinco policías locales acusados de simular el cumplimiento de los requisitos para formar parte de la Policía Local a la vez que se los inhabilitó para ocupar cargos públicos de manera perpetua.
De acuerdo a la causa, los inculpados hicieron uso indebido de títulos secundarios para cursar y obtener el cargo de “Oficial de la Policía de la Provincia de Buenos Aires”, desde 2014-2015 y hasta el 2019, y por el que el Estado les abonó indebidamente en concepto de sueldos.
De esta manera, Javier Emanuel Curruinca, Hugo Walter Plaza y Juan José Abinceta fueron condenados a dos años de prisión de ejecución condicional y el cumplimiento de reglas de conducta por el mismo tiempo, por encontrarlos culpables del delito de uso de documento público falso y defraudación a la administración pública.
Respecto de los otros dos condenados, Mauricio Esteban Duchosal y Jorge Ezequiel Ostiza, no hubo cuestionamientos de la defensa.
Sobre las apelaciones planteadas, los jueces Guillermo Rodríguez y Guillermo Petersen refirieron que no alcanzaron para desmerecer el razonamiento desarrollado por el juez Gabriel Giuliani en el fallo de primera instancia, ya que brindó las razones que condujeron al pronunciamiento de condena realizando la valoración de toda la prueba.
En relación a que los analítico eran una falsificación burda, los jueces señalaron que (si bien los directivos de las instituciones pudieron detectar esa falsedad= una persona ajena al ámbito educativo podría tomarlos como válidos porque “los documentos presentan características externas que les brindan apariencia de autenticidad por lo que resultan idóneos para inducir a error de terceros”.
«lisa y llanamente se ha tratado de un fructífero engaño delictual (…) que se vio plasmado en la presentación del falso certificado analítico de estudios secundarios, lo que constituye el ardid determinante del error que posibilitó el fraude endilgado, detalló el fallo al que tuvo acceso este medio.
Las defensas de Curruinca, Plaza y Abinceta sostuvieron que no hicieron uso de los certificados falsos porque desconocían su existencia y que fueron gestionados por el entonces secretario de Seguridad Ricardo Magrath, quien les dijo que no se preocuparan, que lo iban a solucionar.
Al respecto, los jueces señalaron que los detalles consignados en esos certificados sobre los estudios secundarios fueron aportados por los propios encartados.
En relación a la «absurda y arbitraria valoración de la prueba planteada por las defensas», los jueces afirmaron que surge del veredicto que Giuliani “se ha pronunciado mediante una exposición clara, lógica y completa sobre los hechos y circunstancias que fueron materia del proceso, valorando adecuadamente y de modo conjunto la totalidad de la prueba disponible”.









