Las precipitaciones irregulares que acontecieron en todo el distrito arrojaron a su vez valores diferenciales en cuanto a rindes por cultivos de fina, graficaron en la Cooperativa Agraria.
El ingeniero agrónomo Rubén Caro dialogó con Radio 3 y planteó que la cebada fue de 52 quintales por hectárea y el trigo de hasta 42 quintales por hectárea.
«En algunos sitios cayeron casi 800 milímetros, un 25% que en años anteriores; otras, que no llegaron a los 600 milímetros y otras en donde viene repercutiendo a la baja por tercer o cuarto año», señaló el profesional tras validar que el panorama de la gruesa se muestra crítico.
«Se terminó incluso la siembra de soja de segunda», planteó y ejemplificó: «hace veinte días que no llueve y con el calor, se ven dificultades con respecto al suelo que viene sufriendo ese impacto».