El inminente recambio de gobierno en la ciudad, previsto para el próximo 10 de diciembre, traerá aparejado nuevas formas y proyectos de gestión impulsados desde el Ejecutivo.
Uno de ellos, que fuera repetidamente subrayado durante la campaña del electo intendente Pablo Garate, es el de la elección de los delegados de Copetonas, Cascallares, Reta, Orense, San Francisco de Bellocq y del titular del Organismo Descentralizado Claromecó.
La idea cuenta con una iniciativa relativamente nueva en el tiempo: durante la pandemia de marzo del 2020, el propio equipo legislativo del entonces Frente de Todos impulsó un proyecto que finalmente, a fines de mayo de ese año, fue rechazada por mayoría tras un fuerte contrapunto entre el bloque peronista y el Movimiento Vecinal.
En esta oportunidad se motoriza una normativa con base en ese proyecto pero que, una vez que se termine de analizar su validez jurídica en la Asesoría Letrada, saldrá vía decreto por parte del futuro jefe comunal.
Participación ciudadana, en primer plano
Según pudo reconstruir este medio de fuentes con conocimiento del tema, el decreto consta de nueve puntos e implica la convocatoria a una «consulta popular vinculante», mecanismo de participación indirecta en el que se proponen los eventuales delegados por parte de los ciudadanos de cada localidad.
Asimismo, se prevé la creación de una Junta Electoral «de cinco miembros como mínimo y un representante de cada institucion de la localidad» cuya función será la de crear el reglamento electoral, el cual será sometido a votación del Concejo Deliberante; la confección del padrón; y la fiscalización y escrutinios de los eventuales comicios.
En torno a los postulantes, éstos deberán contar con el aval de instituciones de cada poblado o bien como representantes «de grupos de vecinos reconocidos con el aval del 2,5% de la población habilitada para ejercer sus derechos», tal como figura en uno de sus artículos y que difiere de la iniciativa llevada adelante en 2015 por Carlos Sánchez, el que se arrogaba esa decisión solo en las entidades representativas. La elección no se realizará en años de comicios generales, se aclara en otro de sus artículos.
Una novedad será la de la competencia de referentes barriales o de organizaciones, más allá de su pertenencia política a tal o cual partido.
De entre los tres más votados surgirá la designación de uno de ellos por parte del intendente, la cual tendrá como respaldo el resultado en número de lo cosechado por cada aspirante con «al menos cinco años de residencia en la localidad»; una vez electo su permanencia será de dos años, «renovable una sola vez en forma consecutiva», tal como se aclara en en otro de los artículos.
¿Y mientras tanto?
Consultados sobre su implementación, en caso de confirmarse este proyecto o el que contenga reformas, la fuente precisó que no será inmediato «debido a la gran cantidad de elecciones realizadas en el último tiempo» y puso como fecha tentativa mediados del año venidero.
Asimismo se deslizó que al menos un concejal del bloque de Juntos fue puesto en conocimiento sobre el contenido del decreto y éste prestó su apoyo de palabra, el cual deberá traducirse en respaldo legislativo.
De esta manera, y de manera correlativa, se espera que en la actual estructura de mando se instruya a delegados de carácter interino hasta tanto se reglamente efectivamente.
Sobre la posibilidad de que continúen los actuales funcionarios, el consultado lo descartó y avanzó en la idea de que el propio Garate designe a quienes regirán los destinos de Copetonas, Cascallares, Reta, Orense, San Francisco de Bellocq y Claromecó.