Diego Marchini, impulsor de la Quba Fest en la Villa Faro claromequense, aseguró que «debería existir una zona bolichera» en la localidad y ratificó que económicamente, la iniciativa no funcionó.
En diálogo con Radio 3 tras un encuentro con concejales, indicó que las demoras en la habilitación atentaron contra el éxito de la propuesta armada por él y que se extendió solamente en tres jornadas.
«Lo económico no funcionó porque teníamos muchos gastos y al no cobrar entradas, no se pudo recuperar. Sí funcionó el lugar, no hubo denuncias por ruido molesto porque apuntaba hacia el lado de Orense, después se armó un operativo de limpieza y el formato va, lo económico no. En Claromecó debería existir una zona bolichera como parte de la oferta turística y la seguridad jurídica para que se pueda hacer algo», reforzó en línea con lo expuesto por el titular del Ente Julián Lamberti.