La cancelación de la Quba Fest, el proyecto de boliche a cielo abierto gratuito en cercanías a Villa Faro de Claromecó, motivó que su impulsor Diego Marchini considerara que «más no se puede hacer» tras la masiva concurrencia a fiestas clandestinas en los médanos de este fin de semana.
Claramente la propuesta no fue acompañada por el público objetivo al que iba apuntado, que optó por celebrar en otros sectores de la localidad y que acarreó complicaciones posteriores por los desperdicios generados (foto).
El responsable de la iniciativa lamentó por Radio 3 que en la última noche registró seiscientas personas, número insuficiente para sostener el despliegue comprometido.
«Es imposible competir contra los médanos, se torna inviable: se sale con una cuestión público-privada, el Estado debe hacerse presente. Cumplimos con todo, fuimos el primer boliche a cielo abierto de la Provincia, más no se puede hacer. No se puede dejar librado al azar. Si quieren hacer juntadas en los médanos, que la sigan haciendo, pero no así, como salga: me encantan que elijan pero que se los cuide. Han pasado un montón de cosas que no se entera nadie», estimó.
«Marchini sintió que no fue acompañado por el Ejecutivo», ponderan
En tanto, el concejal radical Carlos Ávila planteó por Radio 3 que la responsabilidad del fracaso le cabe también a la oposición por no optar por apuntar hacia los padres de quienes concurren.
«Marchini sintió que no fue acompañado por el Ejecutivo en tratar de que se desalienten las fiestas en los médanos, quedó solo: el resultado fue que los chicos siguieron eligiendo los médanos, porque se duplicó o triplicó la cantidad de gente que fue a la fiesta organizada. Fue un fuerte retroceso, hubo numerosas desprolijidades pese a que la temporada, en lo que va del mes, ha tenido ocupación casi plena», calificó tras criticar el desempeño de la bajada accesible y la ausencia de paradores.
(Fuente de la imagen: RCC Claromecó)