La visita del gobernador Axel Kicillof y una extensa comitiva a la ciudad y Claromecó arrojó cuestiones no previstas, al menos visiblemente, en la interna peronista.
Versiones coincidentes remarcaron el disgusto del bloque de concejales referenciado en el exdiputado Pablo Garate por el acompañamiento (en apariencia, no consensuado) de la presidenta Graciela Callegari, cercana al diputado provincial Carlos Moreno. Asimismo, señalan que no fueron convocados debidamente para acompañar al mandatario bonaerense pese a que el titular y el vice del Partido Justicialista, Alejandro Barragán y Néstor García respectivamente junto a referentes de Alternativa Justicialista como el expresidente liguista Ricardo Fernández, dijeron presente en el balneario y participaron de las actividades propuestas por la Gobernación.
No obstante, el respaldo de ida y vuelta del intendente Carlos Sánchez al gobernador (incluso el jefe comunal encomió que el distrito «ha crecido de una manera impresionante en los últimos tres años») reavivó heridas no cicatrizadas en torno a la preferencia por el vecinalista extendida en el tiempo de parte de «Cuto», figura más que cercana a «Kici».
Alejados de los micrófonos, a los cuales suelen recurrir ante cualquier evento que consideren trascendente aunque la realidad sea la opuesta, compañeros de bancada de la aludida confirman el encono con la edil porque «se cortó sola» pero a la vez desmienten categóricamente que se quiebre el bloque.
La posibilidad fue esgrimida ayer, también en off the récord, desde el espacio referenciado en Garate ante el medio porteño Letra P pero la fuente consultada esta mañana la desestimó de plano.
Sin embargo, apuntan hacia el lunes como la jornada clave para discutir la cuestión e incluso no se descarta reemplazar en la presidencia a la referente del Instituto 33.
La figura del recambio, por el momento, no fue individualizada pero es más que seguro que la novela arrojará nuevos capítulos.










