Gustavo Rivollier es un vecino de Gualeguaychú que, como tanto otros, se sumó hace más de cinco años a la Asamblea Ambientalista que lucha contra la instalación de las pasteras en el margen del Río Uruguay. El último sábado conversó con Javier Kristensen en “Pasa Qué” –sábados de 10 a 12-, y reconoció que desde que comenzó la lucha la asamblea ha mantenido siempre su actividad, con mayor o menor intensidad.
Dijo que todos sus integrantes son personas que no cobran absolutamente nada por realizar esa actividad, y que durante el largo tiempo que duró el corte del puente internacional se destruyeron más de una familias y quebraron económicamente muchas personas.
Reconoce haber logrado que una de las pasteras se retirara y decidiera no instalarse sobre la margen del río, pero no lograron hacer lo mismo con la ex Botnia, hoy denominada “Pastera UPM”, que permanece produciendo y que en los últimos días fue autorizada por el gobierno uruguayo a aumentar su producción. Sostuvo Rivollier que indudablemente su lucha no logrará revertir el estado de situación, pero confía en que el accionar de la Asamblea sea una manera de generar conciencia ecológica en todo el país.
Finalmente, aseguró que la decisión del presidente uruguayo de permitir el aumento de la producción a la pastera, y con ello generar mayor contaminación, se basa en las cláusulas secretas que tiene el acuerdo entre la empresa finlandesa y el gobierno uruguayo.