La eliminación del Fondo Federal Solidario mediante un decreto presidencial, conocido comúnmente como Fondo Sojero, motivó una extensa exposición de cuestiones vinculadas a las dificultades que se generarán a futuro.
En rigor fueron tres pedidos puntuales giraron sobre el impacto de la quita del tributo al distrito que ronda los $10 millones anuales, pese a la generación de fondos por ese cultivo se calcula en casi $800 millones sólo en el partido de Tres Arroyos. Todos ellos fueron aprobados por unanimidad.
Párrafo aparte mereció las intervenciones del interbloque peronista: en lugar de fijar una posición común, y a excepción de Andrea Montenegro y Mercedes Moreno, todos optaron por pedir la palabra y graficar, palabras más palabras menos, conceptos similares aunque con diferente énfasis.
En primer término, el renovador Matías Fhurer apeló a la figura del saqueo para denostar el decreto presidencial. «Estamos restando un fondo que es dinero fresco para todos los municipios, que se usan para urgencias y cubrir necesidades básicas. Hay que generar austeridad, pero no saqueo. Esta medida lo único que hace es seguir con presiones sobre municipios y arrancamos con el ‘arreglate como puedas’ «, valoró.
El vecinalista Guillermo Salim fue al extremo y planteó la inviabilidad de la financiación municipal y hostigó el desvío de los aportes a la cobertura de necesidades financieras.
«Este recorte se da en el marco de la desaparición de los fondos de infraestructura y seguridad, como también para obras públicas. Este tipo de medidas, lo único que hace es perjudicar a los municipios ordenados como Tres Arroyos, que pasan a financiar los déficits de las políticas erróneas del Gobierno nacional», precisó.
A su turno, el kirchnerista Martín Garrido acompañó a sus predecesores y ensayó una crítica basada en la quita de derechos a la cual se plegó el también kirchnerista (pero monobloquista) Sebastián Suhit.
«No ha habido una sola sesión en la que no hayamos tenido que presentar cuestiones vinculadas a la baja de prestaciones: es impresionante y se pierde la cuenta de los derechos adquiridos en retroceso. El Municipio no tiene plata y ésto estaba presupuestada: hoy, la mitad de esos $10 millones, no llegarán este año», evidenció el primero.
El cambiemita Horacio Espeluse adelantó su apoyo a las iniciativas pese a comparar lo expresado con la causa iniciada por la filtración de hechos de corrupción mediante la obra pública en el período 2003 – 2015.
«Le digo al pueblo que reclame dónde está la plata para las obras. Tenemos que reclamar toda esa plata», consignó como toda defensa y generó el inmediato repudio justicialista.
Por su parte, el renovador Julio Federico apuntó hacia Espeluse y le espetó que «siempre hablan del pasado, el presente y desviando el problema: sería una falta de respeto terminar hablando de otra cosa. Muchachos, vayan a gestionar y no salgan con disparates. ¿Cuándo van a encontrar la brújula?».