El Concejo Deliberante aprobó la creación de la Banca Ciudadana luego de introducir una modificación relativa a su impedimento para que se utilice con «fines políticos» (como si el Legislativo tuviera otro fin que no sea generar política) y tras el rechazo de la bancada de Cambiemos.
El cambio apunta a que se reduzca la cantidad de expositores ante una determinada problemática, a un máximo de dos personas por sesión en lugar de las cinco planteadas originalmente y por un lapso de diez minutos cada uno, a fines de evitar una presunta «puesta en escena» que contenga intereses partidarios ajenos al problema en sí.
Por otra parte, se cursó la licencia del intendente Carlos Sánchez y la del edil Guillermo Salim, quien cubrirá su puesto debido al pedido de receso vacacional solicitado por el jefe comunal.
Asimismo se efectivizó el pedido para que se extienda la red de agua potable y cloacas en calles Pringles y Aconcagua y la solicitud del vecinalismo para que se deje sin efecto la eliminación del Fondo Federal Solidario, entre otros.
Banca Ciudadana, con oposición cambiemita
La impulsora de la iniciativa, la K Tatiana Lescano, planteó que el objetivo central es fortalecer la participación ciudadana y la resolución de problemáticas locales.
«El Concejo no es un componente menor del gobierno democrático local sino que tiene una razón de ser: el objetivo final es lograr una ciudad con calidad de vida para todos mediante la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos. Es un mecanismo inclusivo para que el vecino articules sus demandas y encuentre una respuesta mediante la interacción», subrayó y recogió el acompañamiento de la renovadora Andrea Montenegro.
A su turno, la cambiemita Daiana De Grazia encabezó el rechazo de su bancada amparándose en el contenido de la Constitución nacional y defendió la delegación de poderes en los tres Poderes.
«Este Concejo, todos los días en todos los bloques, se encuentra abierto a la población para todo tipo de consultas: si los vecinos se toman la molestia de hacer algo por nosotros, es porque algo estamos haciendo mal y por lo que nos pagan por ello», focalizó.
En tanto, la oficialista Claudia Cittadino mocionó para que se modifique la concepción inicial e impida en que se convierta en una suerte de «botín electoral».
«Escuchamos permanentemente a los vecinos y los recibimos en las comisiones: somos intermediarios entre el Ejecutivo y los vecinos. Con estos argumentos, venimos sosteniendo el rechazo a iniciativas similares», indicó tras ejemplificar con lo actuado en el Concejo Deliberante Estudiantil.
Asimismo, el K Martín Garrido precisó que «no buscamos que nadie gobierne ni delibere, buscamos que los vecinos tengan diez minutos, previo a una sesión, para contar y hacer público su pedido y no tener que esperar quince días a que lo recibamos. Está bien claro que cualquier tema deberá ser tratado en comisión».
Posteriormente, el cambiemita Horacio Espeluse avaló lo dicho por su compañera de bloque, reforzó lo antedicho y exhortó a que la ciudadanía exija transparencia.
«Considero propicia la participación ciudadana pero me pregunto qué somos los dieciocho concejales presentes. Que yo sepa, no conozco a ninguno que no venga a involucrarse: está claramente expresado en la Constitución», ponderó.